Tuesday, May 01, 2007

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Dios… aquí y ahora


¿Qué consejo me das para los momentos de confusión?

“Calma, todo empieza con la calma. Si el lago es un mar agitado, nada surgirá de él.
Dios te quiere, Dios siempre está ahí. El es permanente. Lo impermanente es el ego.
El ego es confusión, dolor.
Esta es una etapa. Mantente en oración y respiración.
Confía. Confía en el Señor, tu Dios.
Jamás os dejará. Es lo único seguro.
No más dudas.
Amor es todo. Es el principio, es el fin.
El inicio del camino es por amor. Amor es lo que nos enlaza al Padre-Madre Sagrado y misterioso.
El Padre-Madre, ¡Oh, misterio divino!
Bajo el refulgente cielo de Urania solo había amor y felicidad hasta que vosotros, cansados, decidisteis terminar con ello. No comprendíais. Es difícil comprender cuando solo atendéis a vuestros deseos. Satisfacción rápida.
Eso es ego, eso es dolor.
Moverse, dormir, moverse. Mecánica y más mecánica.
Pero… ¿Dónde está el Ser? Ciertamente no está en la mecánica.
El rompe la mecánica. El se manifiesta fresco y espontáneo siempre.
Sutil. Bello. Inconsolablemente bello.
No hay consuelo para los que aman a Dios porque Dios mismo es consuelo. En el no hay dolor.
¿Por qué buscas consuelo? Eso es fuera.
En Dios no hay consuelo porque El mismo es alegría, es felicidad. El conforta, El sostiene. El es el consuelo.
Llegará el día en que Dios se manifieste en cada alma, en cada parte de los hombres, puro y diáfano, como El es.
Por ahora solo hay que tener paciencia.
Oración y respiración.
Confianza.
Todo pasa. La inactividad también.
No perder la esperanza.
No ver a Dios fuera de vosotros o muy al interior. Verlo aquí y ahora.”

Gracias, Señor.

Juan Ruiz
Cortesía de Cultura Dorada.