Monday, October 16, 2006


JUAN SALVADOR GAVIOTA
Nos habla de una gaviota que se atrevió a soñar.
Le interesaba ser ella misma, vivir intensamente,
potenciar todos sus talentos y posibilidades.
No aceptaba
la vida monótona y siempre igual de la bandada
que sólo se atrevía a vuelos rastreros, sin alma,
detrás de los desperdicios que arrojaban los barcos.
Ella sentía en su alma el llamado de las alturas,
la vocación de libertad. Por atreverse a proponer
una vida distinta, la aislaron, la dejaron sola,
la tacharon de loca, la desterraron.
Juan Salvador,
la pequeña gaviota, aceptó la soledad del aprender de nuevo,
la soledad de la búsqueda atrevida de mares nuevos,
nuevos cielos,
nuevos horizontes.
En lo profundo de su corazón adolorido,
sentía que sus alas habían nacido para abrirse a la inmensidad
de lo desconocido.
Y se arriesgó.
Tras muchos ensayos fallidos,
un día se encontró surcando los altos cielos,
azules, maravillosos, inmensos,
con un halo de eternidad.
Y ese día entendió por qué y
para qué había nacido gaviota.

Palpó el vértigo de lo profundo, vivió la originalidad,
la iniciativa,
la creatividad.
Experimentó las honduras de la perfección:
llegar hasta el final de lo emprendido,
llegar hasta la raíz,
el manantial de su propio ser.
Ya no se trataba tanto de buscar la libertad,
como de ser libre.
Y se entregó apasionadamente
a ser ella misma,
sin ataduras ni temores.
Pero Juan Salvador Gaviota seguía amando a los suyos
a pesar de que lo habían desterrado.
Y decidió volver a la bandada para enseñarles que
la vida podía ser algo mucho más interesante
que comer y disputarse los desperdicios de los
barcos.
Estaba seguro de que su empresa no iba a ser nada fácil,
que de nuevo lo aislarían,
lo ofenderían,
pues no estaban dispuestos a cambiar ni a escuchar
tranquilamente que alguien les hablara de la necesidad de cambio.
No importaba que no lo comprendieran:
con que una sola gaviota se atreviera a soñar
y emprender un nuevo vuelo,
se justificaba su aventura.
En el fondo de su corazón,
Juan Salvador Gaviota
adivinaba que era imposible vivir intensamente
su libertad sin intentar liberar a otros,
que la plenitud implicaba el servicio.
Volvió sin prédicas ni alardes.
Sólo trataba de ser una auténtica gaviota
nacida para volar.
Poco a poco,
algunas gaviotas jóvenes
se fueron acercando a presenciar su vuelo vigoroso.
Y le pidieron que les enseñara a volar.
No les importaba que la bandada
los despreciara y expulsara.
Querían volar,
experimentar otra vida,
atreverse a ser libres. Y se atrevieron
A vivir y a volar.
A ser ellas mismas...
*** autor: Richard Bach ***

*Cortesía de Cultura Dorada*

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Yo tambien quiero ser una Juan Salvador Gaviota...

Saturday, October 14, 2006

Estoy loca!

...

No sé como que mi hermana y yo nos hemos combinado para enfermarnos, yo al menos me siento mejorcita, pero ella la pobre tiene 8 dias mal de esos solo me demostró los ultimos 4 está que no se para de la cama o del sofá, yo me siento un tanto impotente por que no encuentro que hacer. Hoy ha sido un dia en el que me lo he pasado casi horrible, ella enferma dando tumbos por las 4 esquina de la casa, yo mirandola así tratando de conseguir algo que la mejore, el mardito frio que está haciendo me tiene loca, el dolor de cabeza y las nauseas me tienen mal, el ojo izquierdo me está por rebentar, el pensar que hay tantas cosas que hacer y no hay animos ni deseos de realizarlas me causa ansiedad, el recordar que es otro fin de semana encerrada en casa me deprime, el saber que no puedo estar con quien deseo me destroza el corazón, cuando me pasa por la mente mi situación economica el estres que me diagnosticó el doctor se enciende me dan sudores, cuando me recuerdo que tengo que buscar unos chelitos y no de donde van a salir me dan deseos de coger la loma, cuando me llega a mi mente que esa mujer está ahí me dan deseos de desaparecer de este mundo, pero cuando EL llega a mi pensamiento mi corazón se ascelera y la presión me sube, cuando pienso en lo que viene la semana que está por entrar me desespero, cuando siento que no me pueden hablar mis ojos se humedecen mi corazón se retuerce y a la vez me lleno de rabia e ira.

No sé están sucediendo tantas cosas que si ya no lo estoy, casi me volveré loca.

Dios no se aleja...


No nosotros nos alejamos de Él, como dice mi Ángel Adorado, yo lo he comprobado en repetidas ocasiones y hoy me tocó decirle esto a alguien muy importante en mi vida.
Señor al igual como lo has hecho conmigo desmuestrale que estás ahí y que no te has olvidado y mucho menos te has alejado.

Dios en tus Manos Poderosa ponemos todo.