y a través del cielo, pasaban escenas de mí vida.
uno era mío y el otro del Señor.
miré hacia atrás y noté que algunas veces,
en el camino de mi vida, quedaba solo un par de pisadas en la arena.
Señor, tú me dijiste cuando decidí seguirte que estarías siempre conmigo durante todo el camino, pero durante los peores momentos de mi vida había solo un par de pisadas... No comprendo por qué tú me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba. Y el Señor me respondió: "Mi querido hijo, Yo te amo y jamás te abandonaría en los momentos de sufrimiento. Cuando viste en la arena solo un par de pisadas, fue justamente allí donde Yo te cargué en mis brazos."
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