Saturday, December 23, 2006

Navidad: la falsa y la verdadera



Navidad: la falsa y la verdadera

La verdadera navidad sujeta la vida con los dos brazos como si se cargara a un niño

Las luces de la falsa Navidad nos ponen a gastar lo que no tenemos. Son aburridas, porque sólo iluminan artículos en venta.

La estrella de la Navidad es símbolo de la Luz verdadera que ilumina a todo hombre y a toda mujer que vienen a este mundo. Ella nos pone a caminar hacia lo importante. La estrella con ser tan seria, a veces se oculta, se niega a brillar sobre el palacio de Herodes y nos conduce hacia un pueblecito olvidado.

La falsa Navidad esconde la alegría mientras más la proclama, después, nos deja saqueados, resacados y vacíos. La Navidad verdadera celebra que Dios se revela escondiéndose en un niño frágil.

El derroche de la falsa Navidad divide: mientras unos despilfarran otros pasan hambre. La verdadera Navidad nos desafía con la generosidad de Dios que nos mueve a acercarnos para compartir.

Se acercan los pastores y los que no cuentan, los astrólogos ignorantes de la Sagrada Escritura, llegan los magos de lejos indagando y avergonzando la arrogante seguridad de los biblioblandientes.

La falsa Navidad regala interesadamente, “—yo ya te regalé, ahora regálame tú y quédate allá lejos—”. En la verdadera Navidad, descubrimos asombrados que Dios se nos regala en su Hijo y por eso regalamos y nos acercamos. Los sinceros, pobres, ricos y aspirantes, se abrazan en Navidad.

Para celebrar la falsa Navidad hay que alejarse del Señor, de la comunidad. La verdadera Navidad celebra que Dios se acerca tanto, que su cercanía en un niño nos queda grande.

Es falsa la Navidad que le canta al niño Jesús mientras se deshumaniza con excesos de bebida, comida e irrespeto violento. La Navidad verdadera nos pone a creer en la humanidad, porque hasta Dios cree en ella.

Los embaucadores de siempre usan la falsa Navidad para tapar los problemas, envolverlos en papel de regalo y tirárselos al año que viene, para que caigan del otro lado de enero, entre la Altagracia y Juan Pablo Duarte. Cantan, “Gloria a Dios en la alturas”, mientras dejan la tierra plagada de roturas.

Es verdadera la Navidad, porque naciendo, Jesús hizo suyos nuestros problemas. Dios anda con nosotros, para que nadie ande sin Dios.

La falsa Navidad está fabricada con risotadas que no logran acallar las preocupaciones, los abusos y los desafíos ignorados. La verdadera es suave, cuenta con los pequeños, valora las semillitas del Reino y agarra la vida con los dos brazos como si sujetara a un niño.

La Navidad mentirosa tiene mil voces viperinas que no aprendieron otra cosa que vender. La voz de la Navidad de Jesús tal vez nos llame como Juan, el Bautista, “raza de víboras,” pero nos anuncia un bautismo en el fuego del Espíritu, que le da la vuelta a los corazones y la historia.

Herodes reina en la falsa Navidad, esclavo de su castillo, de su frustrada seguridad egoísta y de su poder. Le hacen el juego los que citan la Escritura, presos de la Jerusalén soberbia.

Todos llevamos dentro un Belén abierto a la ternura. Ella permite reconocer la verdad del niño y el poder invencible de su sonrisa. Que en Navidad, al igual que los pastores, “de prisa, vayamos y veamos”.

Por Manuel Maza, S.J. / El Caribe

Manuel Maza es S.J., historiador

Monday, December 18, 2006

I´m Sad




En los últimos días las mayoría de acontecimientos en mi vida me traen tristeza.

Gracias a Dios por eso!

Friday, December 15, 2006

Millones a ritmo de rock



Opinión
Millones a ritmo de rock
Las discográficas hacen ver que el panorama musical en todo el mundo está en crisis. nada más lejos de la realidad. El negocio está hecho. universal, warner bros, sony o televisa, han tenido que adaptarse a la realidad
Por Javier García Ropero / El Caribe
Jueves 14 de diciembre del 2006 actualizado el miercoles 13 de diciembre del 2006 a las 8:45 PM


Descargarse música o películas a través de Internet es legal. Así lo dice la sentencia judicial que absolvió a un joven que tenía 6.780 álbumes de música en su poder, todos conseguidos a través de las descargas gratuitas de archivos en la Red.
Las discográficas hacen ver que el panorama musical en todo el mundo está en crisis. Nada más lejos de la realidad. El negocio, está hecho.

Gigantes como Universal, Warner Bros, Sony o Televisa, han tenido que adaptarse a una realidad cada vez más apabullante. Pagar 6 euros por ver una película, o 20 por comprar un cd de música.
Sobre todo, si se puede hacer lo mismo sin moverse de casa y gratis. En el mundo, el 70% de los que se conectan a Internet acuden a la descarga gratuita. La mayoría de ellos son jóvenes.

Los detractores de este tipo de servicios argumentan que la descarga de obras protegidas, aunque sean para uso particular, no son copias de seguridad.
Esta es la principal defensa de los acusados por supuestos delitos contra la propiedad intelectual, además de que las descargas se realizan sin ánimo de lucro.
Los juzgados no paran de dar la razón a estos últimos, por lo que las grandes multinacionales, discográficas y productoras de cine tienen que mover ficha para que su negocio siga generando beneficios.
Internet ha pasado a convertirse en un fenómeno social. Cada vez menos personas ven la televisión, escuchan la radio o leen los periódicos. Todo se hace a través de la pantalla del ordenador y un cable.
O si no, mediante un teléfono móvil con conexión a Internet. Hablamos de un mercado potencial de cientos de millones de personas. Por eso, cada vez son más los que se anuncian en la red, los que permiten ver la televisión por celular o los que fomentan la descarga de canciones por una módica aportación.

La primera empresa que se dio cuenta fue Apple, que puso en marcha el servicio I-tunes, para bajarse música pagando poco, que le ha reportado beneficios millonarios.
Sony y Universal Pictures dan una vuelta de tuerca, y pondrán a disposición de los usuarios la descarga de películas mediante el teléfono móvil por unos pocos dólares, y haciendo ver que sus servicios son “más legales” que los que dan lo mismo por nada.
Pero el negocio de lo que va de siglo lo han hecho Chad Hurley, Steve Chen, Jawed Karim, creadores de la web Youtube. Su venta a Google les ha reportado 1.300 millones de euros.

Lo que en principio era poco menos que un pecado capital se convierte en una vía de ingresos para todos.
Javier García Ropero es periodista
ccs@solidarios.org.es

Wednesday, December 13, 2006

Señales




Dicen por ahí que nuestro cuerpo nos envía ciertas señales y casi todas son advirtiendonos que algo no muy bueno se aproxima. Yo ultimamente ando media extraña espero que mi cuerpo no me este enviando señales, pero debo admitir que algo no anda bien.


Dios sabrá!



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señal.

(Del lat. signālis, de sĭgnum, seña).

1. f. Marca o nota que se pone o hay en las cosas para darlas a conocer y distinguirlas de otras.

2. f. Hito o mojón que se pone para marcar un límite o una distancia.

3. f. Signo o medio que se emplea para luego acordarse de algo.

4. f. Distintivo, marca.

5. f. signo (ǁ cosa que representa o sustituye a otra).

6. f. Indicio o muestra inmaterial de algo.

7. f. seña (ǁ nota, indicio o gesto).

8. f. Vestigio o impresión que queda de algo, por donde se viene en conocimiento de ello.

9. f. Cicatriz que queda en el cuerpo por resultas de una herida u otro daño.

10. f. Imagen o representación de algo.

11. f. Prodigio o cosa extraordinaria y fuera del orden natural.

12. f. Cantidad o parte de precio que se adelanta en algunos contratos como garantía de su cumplimiento.

13. f. Aviso que se comunica o se da, de cualquier modo que sea, para concurrir a un lugar determinado o para ejecutar otra cosa.

14. f. Sonido característico que da el teléfono al descolgarlo.

15. f. Fís. Variación de una corriente eléctrica u otra magnitud que se utiliza para transmitir información.

16. f. Med. Accidente, mutación o indicio que induce a hacer juicio del estado de la enfermedad o del final de ella.

17. f. ant. insignia (ǁ bandera, estandarte).

18. f. ant. Sello o escudo de armas.

19. f. ant. Blasones de que se compone.
~ analógica.

1. f. Fís. La que reproduce el valor de la magnitud que se desea transmitir.
~ de borrica frontina.

1. f. coloq. ant. Acción con que alguien da a conocer la segunda intención que lleva.
~ de la cruz.

1. f. Cruz formada con dos dedos de la mano o con el movimiento de esta, representando aquella en que murió Jesucristo.
~ de tronca.

1. f. La que se hace al ganado, cortando a las reses una o ambas orejas.
dar ~es de algo.

1. fr. Mostrar indicios de su existencia.
en ~.

1. loc. adv. En prueba, prenda o muestra de algo.
ni ~.

1. expr. U. para dar a entender que algo ha cesado, o se acabó del todo, o no se halla.

Sunday, December 03, 2006

Los tígueres voladores





Pese a la tranquilidad, producto del temor, la gente de los barrios, desafiando el miedo, iba a los cines a “votar el golpe”. la entrada a los cines en la parte alta como el desaparecido trianón, al aire libre, costaba de 15 a 20 centavos
Por Miguel A. Matos / El Caribe


A principios de la década del 50, la dictadura de Rafael Trujillo, en pleno apogeo, mantenía con toda crudeza un ambiente de represión en el país, para suprimir drásticamente y sin miramientos lo que oliera a antitrujillismo.

Eran tiempos de conspiración contra el régimen trujillista. Los instigadores, de cualquier movimiento subversivo, fueran civiles o militares, eran despiadadamente “eliminados”, para quitar los “estorbos” que impidieran “la buena marcha” del régimen tiránico.

En horas de la noche, especialmente en los más populosos barrios de la otrora Ciudad Trujillo, la represión se manifestaba con crudeza. Era continuo el desplazamiento de los esbirros del temido Servicio de Inteligencia Militar (SIM), en sus tristemente célebres carros cepillos, deteniendo a supuestos “sospechosos” antitrujillistas, quienes eran interrogados y depurados para determinar si tenían vínculos o relación con algún desafecto al régimen.

No resultaba extraño percibir la desaparición de personas por no comulgar con el estado de cosas imperante. Ese fue el triste caso de un apreciado amigo, que protestó por el descuento que le hacían de su sueldo, para el Partido Dominicano, y a los pocos días murió atropellado por un camión.

También se sumaban al operativo represivo, los miembros del Escuadrón de Caballería, con su cuartel situado en los terrenos donde está ahora la Urbanización Antonio Duvergé (Honduras), en esta capital.

Los agentes del Escuadrón de Caballería, eran en su mayoría militares, y montaban unos briosos caballos de gran tamaño.

De noche este cuerpo represivo salía a pedir a los indefensos ciudadanos, “los tres golpes”, la cédula, la palmita, que era el carnet del Partido Dominicano, y el del servicio militar obligatorio.

El que no tenía “los tres golpes”, lo apresaban y lo colocaban en fila delante de los corceles, en una actitud denigrante a la dignidad humana, debido a que muchos de los detenidos eran padres de familia que retornaban a sus hogares tras su jornada laboral diaria, y tenían que soportar, estoicamente, esa vejación. Hubo noches que las filas de apresados eran nutridas, y cuando alguien se quedaba rezagado, los guardias lo empujaban con la cabeza de los caballos.

Hubo corceles que se encabritaban y lesionaban a los apresados. Por esa y otras razones la gente no salía de noche a la calle. Una noche, con el teatro repleto, cuando se proyectaba un doble hit, se presentó la patrulla a caballo y se apostó frente a la puerta del Trianón para pedir los documentos.

De inmediato se corrió la voz de la presencia de los militares, y todos los que no tenían los “tres golpes”, salieron del cine despavoridos, lanzándose por las paredes, cerca del telón.

Por coincidencia, en ese momento se estaba proyectando la película de guerra Los Tígueres Voladores, que desde hacía meses, los muchachos esperaban que subiese a los cines de la parte alta.

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Y como era que la gente podía vivir en esos tiempos, Dios Santo!